Si estás pensando en crear algo que tenga verdadero valor, es probable que tengas que enfrentarte a situaciones que te resulten incómodas.
Pero tranquilo, eso es completamente normal. No importa si estás solo en este viaje o eres un emprendedor, te aseguro que el camino tendrá sus obstáculos.
Eso es parte de la aventura.
Y en emprender esa aventura radica el desafío.
La mayoría de nosotros (me incluyo) preferimos la mayor parte del tiempo permanecer en nuestro espacio de confort.
Este espacio que tanto nos costó alcanzar, en donde nos sentimos seguros, en control y alejados de lo desconocido.
Es en este espacio donde la rutina florece y todo es predecible. Es nuestro refugio personal.
Es tener claro el horario de tu trabajo, o el día de paga.
Es saber que a la noche, después de la cena vendrá irremediablemente ese capítulo de Netflix.
Todo bajo control.
A veces preferimos quedarnos en esta zona de confort porque tememos lo que pueda suceder en la zona de incertidumbre. La zona de pánico.
Ahí reside el miedo, un miedo que puede nublar nuestras mentes.
Nos preocupamos por fracasar, ser objeto de burla, o incluso ser señalados como incompetentes.
¿Puedes imaginarlo? ¿Ser el objetivo de risas o desprecio?
Ese es el lado menos amable del mundo digital. Pero no todo es tan malo.
Si logras superar ese miedo y te atreves a entrar en la zona de aprendizaje, adquirirás habilidades y conocimientos valiosos.
Si puedes usarlos de manera eficiente, es solo cuestión de tiempo para que alcanzar la zona de crecimiento.
Una vez que llegas allí, tu confianza y tu impulso para tomar medidas crecen. Ahí es donde suceden cosas mágicas.
Hay dos preguntas que suelen hacerme acerca de cómo empezar a emprender en internet.
Espero que mis respuestas te ayuden a entender mejor el mundo del emprendimiento digital y los beneficios de superar tus miedos.
¿Le importará a alguien el contenido que produzca?
Cuando empiezas a dar tus primeros pasos, es posible que no seas el centro de atención. Es probable que muy pocas personas muestren interés por lo que haces.
Pero no te preocupes, todos empezamos así.
Además, no seas presuntuoso.
Realmente a nadie le importa al principio.
Aquí tienes un ejemplo: una publicación mía en LinkedIn … ¡de hace 9 años!
En ese tiempo tenía unos 200 contactos. La mayoría, compañeros, y ex-compañeros de trabajo.
Hablar de una publicación de LinkedIn del 2014 es como dar una charla sobre la Era Precámbrica. Era la época en que LinkedIn era tu “CV online”.
Recibí tres reacciones, dos de ellas de personas con las que trabajaba en ese momento.
No tenía ni idea de lo que estaba haciendo.
Vamos con los “pro-tips”, como dice mi hijo:
- Reproduje un “quote”, una cita … como si estuviera en Instagram!
- No contento con esto, lo hice en inglés, cuando casi todos mis contactos eran hispanoparlantes.
Sin rumbo. Sin plan. Sin público definido. Sin sistema. Sin conocer la plataforma.
Publiqué “por publicar”.
Pero hay más, si ya has superado el ataque de risa.
Este otro posteo es de hace 5 años. Ya estaba emprendiendo, y en ese momento escribí acerca de una de mis empresas de esa época:
Creyendo que ya sabía lo que estaba haciendo, escribí cual reportero de canal de noticias.
Si prestas atención, verás que es el tipo de posteo que se escribe en las páginas de empresa en LinkedIn, no en las personales.
De nuevo, el resultado fue deplorable: 8 reacciones, 1 comentario.
Pero todo cambió cuando decidí entender y estudiar la plataforma. Me dediqué a consumir cientos de horas leyendo el trabajo de otros, viendo cómo lo hacían, entendiendo el juego.
Ahora en 2023 tengo casi 10.000 seguidores en LinkedIn, y mis publicaciones suelen tener este resultado:
El tiempo y el aprendizaje lo cambian todo. Y está bien empezar sin saber.
Es parte del camino.
Construir cualquier cosa en el mundo online (sea tu negocio, tu marca personal) es un proceso que lleva tiempo.
La paciencia y la consistencia serán tus mejores aliados.
Si quieres aumentar la probabilidad que la gente te preste atención, habla desde tu pasión.
Si puedes, genera contenido a diario. Tres veces por semana es casi obligatorio para ir creciendo poco a poco.
A medida que recibas reacciones y comentarios de tus publicaciones, invierte tiempo en interactuar, respondiendo los comentarios, agradeciendo los saludos y felicitaciones, de corresponder.
Crea contenidos basados en tu experiencia y en tu área de conocimiento. Así definirás claramente a tu público, audiencia o lectores.
Sabiendo a quién le escribes, y sobre qué hacerlo, verás que poco a poco aumentan tus seguidores e irás despertando interés.
¿SE BURLARÁN DE MÍ?
Es muy posible que sí.
Tal vez quienes lo hagan sean amigos, familiares o compañeros de trabajo. Ellos no entenderán esos primeros pasos, y te lo harán saber en persona o en las redes.
Pero recuerda que esas personas ven en ti a alguien que está superando la misma inseguridad que tienen dentro.
Una vez que estés bien establecido, esas mismas personas se darán cuentan que han quedado atrás, y acudirán a ti en busca de consejo.
La burla se transformará en reconocimiento primero, y eventualmente en admiración.
Mientras tanto, no malgastes tus energías en interactuar con ellos.
Ignóralos. Y si es necesario, bloquéalos en el mundo digital. No pierdas tu foco.
SI ERES DE LOS QUE NO LEEN TANTO, TE DEJO UN RESUMEN
Empezar a generar contenido en internet puede representar un desafío al principio. Uno repleto de obstáculos y dudas.
Sin embargo, te animo a que des el salto. Siempre hablo de eso, de saltar.
Los aspectos positivos superan con creces esas barreras iniciales.
Recuerda estos cuatro sencillos puntos:
1. Para tener éxito, tienes que actuar. O lo haces, o no lo haces. Es fácil.
2. Algunas personas pueden herir tus sentimientos, pero verás que muchas veces terminarán siendo tus más fieles seguidores.
3. La acción y el crecimiento se acumulan, pero también lo hacen el miedo y la comodidad. Tú eliges qué rumbo tomar.
4. Las personas más valientes son las que arriesgan. Y también las que más beneficios cosechan.
Cero verguenza. 100% decisión.
Te espero en el próximo número.